Cuando nace un bebé, nace un hijo y unos padres. El primer año de vida de un bebé es una revolución total para el niño y para los padres. Los cambios a nivel físico y mental de hijo y progenitores es bestial.

Al principio solo les interesa mamá, su olor, su calor, pero poco a poco van descubriendo el mundo y ampliando sus intereses. La boca será un centro de registro de sensaciones, todo pasa por ahí, los materiales que ofrecemos a esta edad tienen que ser seguros para poder llevarlos a la boca sin peligro, ya que además la dentición será causa de desasosiego probablemente. La relación mano-ojo también será foco de interés sobre todo al final de esta etapa. Hasta los seis meses o siete los materiales que ofrezcamos tienen que ser blanditos puesto que no controlan sus movimientos con precisión y pueden golpearse sin querer. El caucho, la tela, la silicona platino son indicados mientras que la madera la dejaremos para cuando aparezcan los primeros dientes y tengan controlados los reflejos para no golpearse la cara.